Todavía
se sigue invocando su propuesta de la psicología de la educación como una
ciencia-puente entre la ciencia de la conducta y la práctica educativa,
planteamiento que es clave para resolver el status epistemológico de una
disciplina en búsqueda de su identidad.
Fueron
éstos, por tanto, los principales precursores de la psicología educacional en
Estados Unidos, los cuales a través de sus hallazgos y planteamientos van
generando reflexión en torno al fenómeno de enseñanza-aprendizaje, frente al
cual se requiere de una nueva disciplina que logre dar respuesta a sus
múltiples interrogantes.
Otros
antecedentes de gran trascendencia educativa que se producen por estos años
son, los cursos sobre el estudio del niño impartidos en las universidades
norteamericanas, que acaban por llamarse cursos sobre psicología de la
educación; la creación de las primeras cátedras y departamentos de educación en
las universidades americanas; los trabajos de Rice (1897) sobre la medida
objetiva del rendimiento escolar; los experimentos de Ebbinghauss (1885) para
demostrar la posibilidad del control y medida del aprendizaje a través de
técnicas experimentales y la publicación del primer libro que lleva el título
de Psicología de la educación, escrito por Hopkins con la pretensión de aplicar
a la educación los hallazgos de la psicología científica.
Al
analizar todos estos aportes resalta cierta tendencia en los autores señalados
en investigar temas referidos a los test y diferencias individuales, a través
de métodos que aseguren su objetividad. Esto es importante, pues pone de relieve
las dos
características
propias de este período de la psicología de la educación: el
deseo de objetividad frente a la mera acumulación de opiniones, y la convicción
de que sólo a través de mediciones y de la investigación cuantitativa podría
progresar la psicología de la educación (Glover y Ronning, 1987).
2.1.3.- El período de comienzos del
siglo XX: el nacimiento:
El
nacimiento de la psicología de la educación se suele situar dentro del
período comprendido entre 1900 y 1908,
gracias al aporte de dos grandes de la psicología, como fueron: Thorndike y
Judd, los cuales desarrollaron dos importantes temáticas: el aprendizaje y la
lectura.
El norteamericano Edward Thorndike (1874-1949) fue el
primero que mereció el nombre de psicólogo de la educación, expresión utilizada
en su nombramiento por el Teacher College de Columbia, donde desplegó su
trabajo durante más de cuarenta años, dando un impulso definitivo al
afianzamiento de la psicología de la educación como disciplina científica.
En
este contexto publica dos grandes obras, como fueron, Elements of Psichology
(1905), que contiene sus experiencias sobre el aprendizaje y las ya famosas
leyes del efecto, del ejercicio y de asociación; y su obra más señalada, Educational
Psychology (1903) en la que expone los resultados de sus investigaciones y se
considera como el prototipo de un cierto modo-el modo clásico- de hacer
psicología de la educación. En esta obra propuso el método de observación y medición
objetiva por sobre el cuestionario usado hasta entonces en la psicología
infantil (Glover y Ronning, 1987).
Thorndike estudió la psicología desde el comportamiento
animal, bajo la influencia de James. Aplicó los principios del
aprendizaje desarrollados en el laboratorio y las medidas cuantitativas de las
diferencias individuales para crear la psicología educacional. Tal como
Thondike lo planteó, los animales más grandes, incluido el
hombre, no manifiestan comportamientos más allá de las expectativas de las
leyes del instinto, del ejercicio y del efecto (Thorndike, 1911,
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